El gobierno cambiará la luminaria pública de las calles y reducirá la velocidad a 110 km/h | Pero el cambio depende del esfuerzo individual
España consume energía como si no hubiera mañana. Su dependencia energética asciende hoy al 90% y el 49% de la energía primaria consumida corresponde al petróleo, y llega el momento en que los ciudadanos de este mundo debemos entrar a valorar cómo influye la energía en la sociedad.
Sin embargo, sólo circunstancias como la actual crisis en el norte de África dan pie a anuncios como el del martes, resultado de la reunión del Ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, Pedro Castro: se renovará la iluminación pública, con un ahorro del 42%, y el uso de vehículos de los parques móviles se reducirá a la mitad.
De la semana pasada es otra medida, la «provisional» de limitar la velocidad a 110 km/h en autopistas y autovías.
Una solución que ya se aplicó en 1976 y que según la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) permitirá reducir entre un 8 y un 9% de combustible. Y una fórmula «facilona» para Alejandro Sánchez, director de programas de la Fundación Equo: «no es así como más se puede llegar a ahorrar». De hecho, la propia CNAE señala que una conducción eficiente en núcleos urbanos supondría un ahorro del 15 al 20%.Joaquín Nieto, coautor del Informe Cambio Global España 2020/50 del Centro Complutense y la Fundación Conama, presentado con la presencia de la Secretaria de Estado de Cambio Climático, también propone ir más allá. Si se quiere limitar la velocidad, que sea también en el acceso a las ciudades, a 80 km/ h, y en el casco urbano, a 30 km/h. Además, plantea cobrar por circular en periodos de congestión, o jornadas laborales comprimidas de 10 horas cuatro días de la semana.
Sara Pizzinato, de Greenpeace, aboga por obligar al sector del automóvil a que los coches generen sólo 80 gramos de CO2/Km (125 en furgonetas) en 2020. «Se reduciría un 8% la demanda de petróleo, el porcentaje que hoy importamos de Libia«.
Pero, más allá de la movilidad, el Informe Cambio Global apuesta por un cambio de modelo energético que permita en 2030 reducir un 46,4% el petróleo consumido, con un 100% de energías renovables, cinco millones de coches eléctricos y 500.000 viviendas rehabilitadas cada año para fomentar su ahorro energético. En consecuencia, las emisiones caerían un 50%.
Ley de ahorro energético
«Desde los noventa todos los países de la UE mejoran su intensidad energética -cantidad de energía para producir lo mismo- pero España no», explica Nieto. Sólo el avance en renovables nos salvó. «Hasta Obama nos ponía de ejemplo, pero ahora su desarrollo se ha estancado», lamenta. Para él, la Ley de Economía Sostenible «empezó bien y acabó fatal, de sostenible sólo tiene el nombre». Frente a ésta, Alejandro Sánchez, de Equo, reivindica tres medidas legislativas: «Una ley de ahorro y eficiencia energética, una de movilidad sostenible y otra de fomento de las renovables».
CÓMO AHORRAR EN CASA
- Aislamiento. El informe asegura que rehabilitando viviendas antiguas, mejorando su aislamiento del frío y del calor, se puede ahorrar un 50% de energía.
- Usar los techos. Los techos están desaprovechados, según Equo, que apuesta por placas solares y fotovoltaicas en edificios, naves y centros comerciales.
- Comer de temporada. Ligado al transporte, Greenpeace aboga por tomar frutas y verduras ecológicos y de temporada, prefiriendo los cultivos cercanos.
- Calefacción central. «Es absurdo que en casas con este sistema haya que abrir las ventanas en invierno porque son un horno de asar», critica Sánchez, de Equo.
- Halógenos. Cambiar la bombilla incandescente por la de ahorro energético ahorra un 80%. Además, los halógenos, muy extendidos, son grandes consumidores.
- Energía que se esfuma. Cocinar con la olla destapada supone que se pierda calor y se gaste más. También, ventilar la casa más tiempo del necesario.
- Lavavajillas. Todos los electrodomésticos deben ser de gama A, A+ o A++-. Además, lavavajillas y lavadora son más eficientes que fregar o lavar a mano.
- Grifos con truco. Instalar un sistema de ahorro en los grifos, que mezcla aire y agua, permite tener la misma presión reduciendo el caudal y el consumo.
- Reciclar y reutilizar. Los botes de cristal pueden servir para llevar la comida o como tarros de legumbres, las bolsas de tela del arroz para guardar medias….
- Agua embotellada.Conlleva un alto consumo ecológico, por el transporte y el plástico. Innecesario dada la calidad del agua en buena parte de España.
- Bolsas de plástico. Lo ideal es volver al carrito, o llevar siempre bolsas que se pliegan en un paquetito. Y si no, claro, reutilizarlas para la basura o similar.
- Secadora. Electrodoméstico prescindible en España, donde se puede tender al sol. Pero para guisar, mejor ser moderno: la olla exprés mejor que la tradicional.
CÓMO AHORRAR EN EL COCHE
- Aparcar el coche. El informe ‘Cambio Global’ plantea dejar el coche, «que mueve 100 kg para transportar 80 kg», e ir a pie, en bici, en transporte público o combinado.
- Buscar la eficiencia. El estudio aboga por mejorar la eficiencia (o energía necesaria para la movilidad) un 22%. Mejor autobús que coche, mejor tren que camión.
- Con renovables. Frente a la combustión convencional, en la que una parte se va en calor, se apuesta por el coche eléctrico petróleo 0, provisto por renovables.
- Coches antiguos. Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (ANFAC), el 20% de los vehículos -viejos- produce el 80% de la contaminación.
- Precalentamiento. Bernardo Hernández, de CNAE, explica que no hay que calentar el coche en parado: «Se gasta más y se tardan 12 minutos, que moviéndose son 2».
- Frenazos y acelerones. Hernández recomienda guardar la distancia con el vehículo de delante y frenar menos para quemar menos combustible.
- Sobre raíles. Al planificar unas vacaciones, Sara Pizzinato es partidaria del tren: «El avión es el transporte que más consume y el más ineficiente».
- Velocidad de crucero. El propio ministro Miguel Sebastián ha reconocido que la medida de los 110 km/h permite ahorrar un 15% si la velocidad es constante.
- Biocombustibles. Para Nieto el uso de biocombustibles de segunda generación es positivo si no compiten con los alimentos, y no provocan la deforestación.
- Punto muerto. Un vehículo en punto muerto gasta y con la marcha puesta y sin acelerar tiene un consumo cero, advierte Hernández para puertos y rampas.
- Sobrecarga. Cargar el coche demasiado (por ejemplo, 30 kg de sobrepeso), supone un aumento del 10% en el consumo de gasolina, según Fesvial.
- Marchas cortas. Según Hernández, de nada sirve ir a 110 Km/h si se reduce a cuarta. El menor consumo es a 90 km/h, en marchas largas y sin pisar el acelerador.
El vehículo eléctrico, ¿la única solución? «El coche eléctrico es sólo una parte de la solución al problema de la movilidad», responde la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (ANPAC). Los ecologistas les acusan de invertir más en coches de alta gama (y consumo), donde el margen de beneficio es mayor. Pero los portavoces aseguran que se toman el medio ambiente en serio («100 vehículos de hoy contaminan menos que uno de los setenta») y que son el sector que más gasta en I+D.
Para ellos el coche eléctrico será la solución provisional hasta que se llegue al hidrógeno. Pero reconocen que hay que mejorar su autonomía y reducir los costes de la baterías para que se extienda más allá del entorno urbano. En la Feria de Ginebra, que empieza hoy, cada marca desplegará su ingenio.