Hasta hace unos años muy poca gente había oído hablar de la norma ISO 9001, pero a día de hoy son más de 640.000 empresas las que cuentan ya con esta acreditación tan reconocida y valiosa… Pero ¿qué es exactamente la ISO 9001? ¿Para qué sirve? Pues bien, la norma de calidad ISO 9001 no es, ni más ni menos, que una regla internacional que promueve, desarrolla e implanta un sistema de gestión de calidad (SGC) en las empresas lo que conlleva una mejora en calidad de sus servicios y productos. Esto además repercute en la empresa ya que se basa en el principio de mejora continua (planificar, hacer, comprobar y actuar). Así que si eres un emprendedor o un empresario que ha decidido a dar un plus a tu organización, este artículo te interesa.
Beneficios de estar certificado con la ISO 9001
Tener esta certificación es, para los clientes, un sistema de garantía que coloca a las empresas en clara ventaja frente a aquellas que no cuentan con esta acreditación. Los beneficios los podemos agrupar en tres grandes grupos:
Ventajas ante el sector
- Mejora la imagen de marca, y por tanto, de los productos y servicios que ofrece.
- Favorece el desarrollo de la empresa y se afianza en su nicho de mercado ganando posiciones frente a la competencia.
- Amplías tu cartera de clientes gracias a la confianza que genera entre los actuales clientes y los consumidores.
Ventajas ante los clientes
- Mayor satisfacción de los clientes.
- Acceder a acuerdos de calidad con los clientes, fomentando el trato cercano y la comunicación.
Ventajas para la gestión empresarial
- Mejora la eficacia del sistema de gestión de calidad al ser conscientes de los puntos de mejora.
- Estimula a la empresa para implantar un proceso de mejora continua.
- Mejora la gestión de los recursos.
- Los empleados tendrán mayor motivación y participarán de una forma más activa en la empresa.
Pasos para conseguir la certificación ISO 9001
Para lograr la acreditación de la norma ISO 9001 lo primero que hay que hacer es reconocer la necesidad de implantar un sistema de gestión de la calidad en la empresa. A partir de ahí, los pasos a seguir son los siguientes:
- Selección de consultora: Para evitarte quebraderos de cabeza y trabajo innecesario, lo mejor es que contrates una consultora que conozca bien la metodología para implantar el sistema de gestión de calidad.
- Planificación: Nada puede quedar al hacer y para que el sistema se implante con éxito todo tiene que estar planificado, hasta el más mínimo detalle.
- Formación en calidad: Dentro de la empresa tiene que haber personal cualificado y formado que contribuyan en la implantación y orienten el posterior desarrollo. De ahí la necesidad de formar al/los empleados que se van a encargar de cuidar la gestión de la calidad.
- Auditoría interna. Este es un requisito fundamental de esta norma internacional con la cual se pretende el cumplimiento de todas las normas y obligaciones de la ISO 9001.
- Auditoria de certificación o auditoria externa. Se realiza una vez que estemos seguros que hemos cumplido con todas las obligaciones de la norma. Si lo hemos hecho bien, la empresa certificadora encargada de esta auditoria será la que emita el certificado.
Por cierto, conseguir el certificado no significa que ya debamos considerarlo “tarea superada” ya que cada 6 meses tendremos que someternos a una auditoría, por parte de un agente certificador, ya que esta norma evoluciona y debemos irnos adaptando a sus cambios. Es decir, hay un seguimiento del Sistema de calidad que Voluntariamente, asumen las empresas, si quieren mantener la acreditación.
Ya se sabe…renovarse o morir.