Si te pregunto cuántos edificios pisas en tu día a día quizás no caigas en que la respuesta es… bastantes. ¿Te has quedado extrañado? Pues mira te lo explico y como las cosas –al menos yo las veo y las entiendo mucho mejor si me lo ejemplifican, vamos a ello. Tiremos de imaginación y supongamos que somos un estudiante universitario. Un día cualquier para nosotros sería:
- Nos despertamos y después de una ducha rápida y un café nos vamos a la universidad. En este punto ya estamos hablando de dos ubicaciones/edificios diferentes; por un lado nuestra propia casa, por otro, la facultad. Les llamaremos edificios 1 y 2.
- Al salir de la universidad, tenemos que ir al banco a solucionar algún papeleo o a ejecutar algún pago. Tercer edificio que visitamos y no son ni las dos de la tarde. Sucursal bancaria = edificio 3.
- Después de terminar con el papeleo, son más de las tres de la tarde y es la hora de comer. No nos da tiempo de ir a casa, así que la cafetería más próxima al banco nos sirve para llenar el estómago (cafetería = edificio 4).
- El resto de la tarde la vamos a dedicar al ocio. Un poco de deporte (edificio 5) y una quedada para unas cañas con los amigos en un centro comercial (edificio 6), ponen fin a un día de lo más habitual.
Como has visto, sin hacer grandes cosas hemos pisado hasta 6 edificios diferentes en un mismo día…pero ¿te has parado a pensar alguna vez que todas estas edificaciones consumen energía? La luz, el aire acondicionado, la calefacción, el agua caliente necesitan energía para poder funcionar.
Pues bien, con la eficiencia energética lo que se pretende es tratar de minimizar la utilización de las energías convencionales, sobre todo las no renovables, con el objetivo de hacer de la energía un uso responsable.
Acciones que favorecen el ahorro energético
Existen muchas acciones que se pueden llevar a cabo para reducir el consumo y mejorar la eficiencia energética y que contribuyen a lograr lo establecido en la Directiva 2012/27/UE, con la que se pretende alcanzar en 2020 un aumento del 20 % de eficiencia energética.
Para alcanzar nuestros objetivos es importante empezar por hacer una serie de Inspecciones para determinar la situación de la que partimos. Una vez estudiada la situación inicial es cuando los técnicos competentes deciden qué reformas son las que hay que llevar a cabo para conseguir un edificio energéticamente eficiente.
Según el tipo de obra para las mejoras se precisará de un Arquitecto, aparejador o arquitecto técnico que, en su caso, determine las medidas óptimas que hay que adoptar tales como la Rehabilitación del edificio en general, la rehabilitación de la fachada, la impermeabilización de cubiertas o las inversiones en tecnologías eficientes de iluminación, etc, que nos podrían interesar.
Hacer frente a estas mejoras supone unos gastos que se pueden sufragar en parte, gracias a Subvenciones a las que podremos optar si cumplimos una serie de requisitos básicos.
Seguro que ya estas aburrido de escuchar hablar de la Norma de calidad ISO-9001 o la norma de medioambiente ISO-14001. Dos normas que se han ido implantando paulatinamente y que ya forman parte del día a día. Sin embargo, estar acreditado la Norma ISO-50001, es algo innovador que refleja que las empresas y organizaciones que lo tienen cuentan con un sistema de gestión energética que les permite optimizar el uso de la energía.