El dióxido de carbono (CO2), antes conocido como anhídrido carbónico, es un gas inodoro e incoloro –no huele ni se ve- que tiene su origen como consecuencia de los procesos donde se produce la combustión de sustancias con carbono.
Desde el principio de los tiempos el dióxido de carbono ha existido y ha estado presente en la naturaleza y, de hecho, es imprescindible para el mantenimiento de la vida y su equilibrio.
Sin embargo, a raíz de la Revolución Industrial la emisión de CO2 ha aumentado considerablemente debido, en parte, a este proceso de modernización industrial y a la desaparición de árboles y bosques que son los encargados de asumir parte de ese dióxido de carbono. Tener controlado los niveles de CO2 es una actitud responsable de cada uno de nosotros y que favorece un desarrollo sostenible.
Todos hemos oído hablar de la famosa boina de contaminación que cubre Madrid, y por la que más de una vez al año, las autoridades competentes se han visto en la obligación de tomar medidas drásticas en la capital para intentar minimizar el impacto. Una de las últimas medidas que se han adoptado ha sido cerrar el centro al tráfico y fomentar el uso del transporte público hasta que se nivelase el CO2 de la atmósfera, evitando la emisión de nuevos gases originados por los coches.
Me he extendido un poco en la introducción para que ahora, sabiendo qué es y cómo se produce, podamos entender los riesgos de la contaminación por CO2. En pocas palabras, el dióxido de carbono como contaminante es gas asfixiante que puede producir desde jaquecas, sueño, mareos, problemas respiratorios o incluso la muerte si se llega a inhalar en grandes dosis.
¿Corremos riesgo en los edificios donde hay garaje?
En los edificios, la concentración de dióxido de carbono aporta información relativa a los posibles problemas de salud de los habitantes, falta de ventilación u otro tipo de problemas relacionados. Para medir los niveles de dióxido de carbono se utilizan monitores portátiles de infrarrojos o fotoacústicos o tubos colorimétricos. Sobra decir, claro está, que estas acciones deben hacerlas especialistas en la materia. Sin embargo para evitar riesgos de contaminación por CO2 en nuestros edificios es conveniente que los responsables de estos, así como los Administradores de Fincas, contraten los siguientes servicios:
Mantenimiento de baja tensión en garajes:
Las empresas eléctricas que se dedican al mantenimiento de baja tensión en los garajes van a tener controladas, entre otras cosas, el funcionamiento de los equipos de ventilación para la renovación de aire y de este modo evacuar las emisiones de CO2 asociadas a los vehículos o de problemas derivados como incendios o explosiones. En cualquier caso, es también indispensable, para toda edificio o comunidad de propietarios que disponga de garaje comunitario, contar con un buen Seguro del Parking que cubra todos los posibles contratiempos que puedan surgir.
Mantenimiento Contra Incendios:
Evitar fuegos tanto en garajes como en viviendas y todo tipo de edificios, elimina la probabilidad de generación de gases tóxicos de CO2 generados como consecuencia de un incendio.Evitar acumulación de CO2 de las emisiones de los vehículos, dependiendo de los garajes es obligatorio disponer de controles automáticos para la renovación de aire, conectados a centrales de detección de incendios y en conjunto, controlar los equipos de ventilación.
Recuerda que ser responsable y tener una cobertura óptima en cuanto a servicios minimiza problema y evita riesgos.